¿Hasta dónde hay responsabilidad con lo que publica el periodista? ¿Lo limita para la investigación o lo parcializa en determinados temas tomar partido por algo? Estas interrogantes se desglosan de un interesante debate de la Red de Ética de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI).
Aquí algunas conclusiones:
- Los periodistas tienen toda la libertad para publicar en sus redes sociales, pero debe respetarse reglas claras y éticas que no afecten al medio donde trabaja. Ellos representan una marca. Por ejemplo, no revelar investigaciones en curso o ganar protagonismos al lanzar una noticia antes que el medio.
- ¿Existe la autocensura en redes sociales por parte del periodista? Es decir, evitar opinar para no recibir críticas. Esto puede atentar contra su propia libertad de expresión.
- El periodista como marca. En la actualidad, hacer prensa sin tener una cuenta de red social donde compartir tu experiencia u opinión puede ser anacrónico. El periodista se convierte en una marca dentro de su propio medio, y puede atraer lectores y nuevas formas de hacer contenido digital.
- La interacción en redes sociales marca la agenda. Los periodistas ven las redes sociales como un termómetro de lo que quiere ver la gente. Mientras más interacciones genere un tema, más tiene que exprimirse en notas, videos, fotos y visitas a la web, que en resumen trae beneficios publicitarios.